Vuelvo hoy con un autor ya conocido por los lectores de este espacio. Ager Aguirre nos sorprende con su última novela, que ya podéis solicitar aquí para ser uno de los primeros afortunados de recibirla tras su lanzamiento este Julio. El titulo de esta nueva obra es Memorias de un coleccionista de almas. Misteriosa sinopsis y preciosa portada para un libro que no te deja soltar sus páginas.
La historia comienza en España durante los años 70. Nuestro protagonista es un adolescente introvertido que vive con sus padres y adora leer. Sus progenitores consideran a su hijo un “bicho raro” y lo achacan a los segundos en los que su cerebro se quedó sin oxígeno durante el parto que lo trajo al mundo. A excepción del poco interés en los deportes y en la gente de su edad, la vida marcha normal para él hasta que su abuela muere delante de sus ojos cuando él tiene 15 años. El nieto ve lo que él identifica como el alma de su abuela salir de su cuerpo sin vida y volar lejos. El alma de su abuela es una pequeña bola de luz color gris. Nadie más parece ser consciente de ese brillante haz de luz, por lo que con los años cree haber imaginado el incidente e intenta olvidarlo. Los años pasan normales en la vida de nuestro protagonista, hasta que Virginia, el amor de su vida, muere en sus brazos el día de su 18 cumpleaños. En esta ocasión, nuestro protagonista observa una luz rojo cereza alejarse del cuerpo de su amada y desde ese momento su vida cambia de rumbo. Las almas existen, tienen diferentes colores y él piensa coleccionarlas todas.
<<Es curioso cómo la vida a veces te pone en la encrucijada de tener que elegir entre lo que te conviene y lo que deseas y cómo hace que ambas no puedas encontrarlas en el mismo lugar>>
El inicio de la historia, con el ambiente de la dictadura y transición, el constante elemento de la lectura y ese aire de misterio y oscuridad reinante en la obra, me han recordado mucho al estilo de La sombra del viento de Zafón (menudo cumplido para Ager). Pero el vuelco en la actitud del protagonista me ha sorprendido mucho. No son muchos los libros que eligen de protagonista a un personaje con el que no puedes terminar de empatizar y que incluso pueda parecerte malvado. Y menos aún son los libros que lo hacen de manera que no quieras dejar el libro a la mitad (por mucho que me guste Julia Navarro, Hisstoria de un canalla me costó muchísimo terminar por el odio que le tenia al protagonista). Encontrar ese equilibrio no es sencillo y en mi opinión Ager lo consigue. Este protagonista, aunque efectivamente no es una persona como tu y yo, resulta muy pragmático, objetivo y calculador, tanto, que se le hace entender al lector cómo sus actos terribles no son actos de maldad ni venganza, sino pasos “necesarios” para conseguir su único objetivo en la vida.
La obra está escrita a modo de memorias, en primera persona y con la clara intención de narrar sus actos para futuros lectores de sus barbaries. Un detalle interesante es que el protagonista no desvela su identidad en ningún momento. Tiende a dar nombres falsos hacia el final de la obra, y omite su nombre el resto del tiempo. Es un detalle que me resulta muy interesante por lo intencionado que es. El protagonista desea que su nombre aparezca en las noticias y los libros de historia para futuras generaciones, pero no quiere que nosotros, como lectores de sus memorias, lo conozcamos por razones que se comprende al final de la obra.
He devorado la obra en horas, sorprendida a cada capítulo por las vueltas que da la historia. El realismo de los personajes y situaciones consigue su propósito de hacernos creer que somos parte de la historia. Me encanta que no pongan al protagonista como un genio que no comete errores, y que tenga que pagar por esos errores como ocurriría en la vida real. No puedo parar de imaginarme que una situación como esta podría llegar a darse, al menos con la mayoría de sus detalles, en la realidad (incluso aunque no creo que las almas, como luces al menos, existan, seguro que hay personas que creen observar luces de colores salir de cuerpos inertes).
Me emociona ver la trayectoria de Ager a través de sus obras. Esta es, si no mi obra favorita de Ager Aguirre (tengo muy buenos recuerdos de Los nietos de Dios), al menos mi segunda preferida. Es más, creo que esta es una obra que puede gustar a un público mucho más amplio que cualquiera de sus otras obras que he leído, pero manteniendo la originalidad de este autor.
No puedo sino recomendar este libro a todos los amantes de los thrillers. Una historia original, sin clichés, llena de intriga, algo de amor (o desamor) y un toque mágico. Una vez más Ager Aguirre no decepciona.
Y tú, ¿lo has leído? ¿Te animarías a hacerlo?