Todos los relatos de este libro narran un día cualquiera, un suceso cualquiera, “como si todo fuera importante e irrelevante a la vez”. La frase, en boca de la protagonista del cuento que da título al libro, resume el arte narrativo de Hebe Uhart. Es que todos sus relatos son pequeñas historias que se atienen a las pequeñas cosas: siestas o juegos de la infancia, visitas a parientes o vecinos, primeros alejamientos de la casa, experiencias de la vida laboral o estudiantil, caminatas urbanas, visitas a un café o al zoológico. Anécdotas nimias en las que lo que importa es la mirada: una mirada extrañada, corrida de lugar, siempre al sesgo, que partiendo de lo pedestre, doméstico y cotidiano y sin apartarse nunca de allí busca raras conexiones y se formula preguntas esenciales que la transforman en una meditación de dimensiones filosóficas, económicas, sociológicas.
La autora de esta obra es Hebe Uhart, famosa escritora argentina de cuentos, y frecuente colaboradora en diarios y revistas. Se trata de su última obra, obra en la que se nos narran pequeños relatos casi autobiográficos de la vida cotidiana de la escritora desde que es una niña pequeña hasta el día de hoy. En estos relatos intercala experiencias personales con las experiencias y historias de vecinos y conocidos.
He de decir que a mi siempre me han gustado más las novelas, soy muy exigente con los cuentos, y me parece realmente difícil ser capaz de escribir una historia corta y bien cerrada, que lo tenga todo y que se haga eso en unas pocas páginas. Pero aún así decidí leerme este libro con la esperanza de cogerle un poco más de gusto a los cuentos.
He de decir que a mi siempre me han gustado más las novelas, soy muy exigente con los cuentos, y me parece realmente difícil ser capaz de escribir una historia corta y bien cerrada, que lo tenga todo y que se haga eso en unas pocas páginas. Pero aún así decidí leerme este libro con la esperanza de cogerle un poco más de gusto a los cuentos.
Encuentro el estilo de esta autora muy personal, muy original. Especialmente en los primeros relatos en los que el personaje es una niña pequeña , el significativo lenguaje le da un toque muy realista, infantil. Realmente parece que estás escuchando los pensamientos de una niña pequeña, una niña inocente que se plantea las cosas que ve sin ninguna maldad. Pero a medida que pasan los años en el libro, opino que su lenguaje no juego a su favor, debería ser más adulto, e irse menos por las ramas.
Los primeros capítulos del libro me han gustado y me han enganchado, pero a cada hoja que pasaba se me hacía más pesado, y más difícil continuar la lectura. Quizá sea por un plus de dificultad por las diferencias del lenguaje en España y en Argentina sumado con las vueltas que le da a todo, y como se va por las ramas en cada frase, que hace de el libro, una historia muy lenta.
Me ha ido decepcionando poco a poco, ha empezado bien pero ha sido demasiado lento.
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