Reseña: Tokio blues (Norwegian Wood) - Haruki Murakami
Tras reflexionar un tiempo sobre lo que acabo de leer, os muestro mi pequeño descubrimiento.Haruki Muramaki, un escritor de prestigio internacional, me ha enseñado el mundo desde otra perspectiva. Os presento la contraportada del libro y mi pequeña sinapsis y reflexión.
Mientras aterriza en un aeropuerto europeo, Toru Watanabe escucha una vieja canción de los Beatles que le hace retroceder a su juventud, el turbulento Tokio de los años sesenta. Recuerda entonces con melancolía a la misteriosa Naoko, la novia de su mejor amigo de la adolescencia. El suicidio de éste les distanció durante un año, hasta que se reencontraron e iniciaron una relación intima. Sin embargo, la aparición de otra mujer en su vida lleva a Toru a experimentar el deslumbramiento y el desengaño allí donde todo debería cobrar sentido: el sexo, el amor y la muerte.
Y como considero que esta contraportada no representa como debería la novela que acompaña, y aquí os dejo mi pequeña sinapsis:
Al escuchar una canción de los Beatles, Toru Watanabe, un hombre ya adulto, se sumerge en sus recuerdos de la adolescencia. Una época amarga y confusa en un Tokio aturdido de los años sesenta.
Toru, protagonista de esta novela, nos muestra en primera persona su visión de la vida y de la sociedad. Pero sobretodo nos abre su corazón y nos presenta sus sentimientos, sentimientos de un joven de 19 años en su primer año de universidad. De esta manera conocemos a Kizuki, su mejor amigo y a Naoko la novia de este último. Kizuki, a los 17 años se suicida, cambiando a Naoko y Toru radicalmente y sumiéndolos en tristeza y confusión. Esto hace que además estos dos se distancien.
Naoko, tras el suicidio de Kizuki y de su hermana mayor, quién también se suicidó con 17 años, no se recupera del duro golpe. Lo que le acarrea problemas psicológicos constantes. Y Toru, quien considera que una parte de él ha muerto con su amigo se encierra en sí mismo y empieza una carrera universitaria al azar en Tokio.Allí es donde Naoko y Kizuki se reencuentran. Tras largos paseos por Tokio, sin destino, y a una distancia uno del otro, empiezan una relación que los unirá para siempre. Pero la suya, lejos de ser una relación normal, se complica.
Naoko, tras los trastornos sufridos a lo largo de su vida, ingresa en una especie de centro de terapia donde los pacientes mediante una vida tranquila y sesiones en grupo tratan de recobrarse a si mismos y ser felices. Mientras tanto Toru trata de continuar su vida, sin Naoko, quién le ha dado una razón para ser feliz. Entonces es cuando conoce a Midori, una extrovertida y alocada chica de su universidad. Ella le alegra y le muestra otras maneras de ser feliz. Mientras tanto Toru no olvida a Naoko y se escriben cartas a menudo.
También conocemos a Reiko, amiga de Naoko que vive con ella en el centro. Mujer adulta que tras los acontecimientos que le llevaron a perder su carrera musical y su matrimonio vive en el centro de manera continua tratando de ayudar al resto de pacientes a recobrarse y que aconseja a Toru y a Naoko en todo lo que puede.
En el apartamento de Toru conocemos a Nagasawa y a su novia Hatsumi. Personajes complejos, cada uno representando una parte de la sociedad. Todo esto lo tenemos en un Tokio lleno de revueltas estudiantiles a las que el escritor mediante Toru y Midori mira desde una perspectiva muy crítica.
Mi opinión:
Este libro no ha parado de sorprenderme. Escrito desde una mano experta donde las haya, la calidad del lenguaje es increíble. Pocas veces se puede llegar a sentir de esta manera lo que sienten los personajes. El estilo del autor te envuelve en un halo melancólico durante toda la lectura, pero al mismo tiempo te crea un sentimiento de belleza y tranquilidad.
Mientras que al leerlo sientes que no pasa nada nuevo, los sentimientos que se describen te inundan.
El autor nos enseña la mentalidad abierta y honestidad de Watanabe. Nos hace sentir cariño hacia un personaje que siente temor y dudas en un mundo que no para de ponerle a prueba. Una persona empática que intenta ayudar y entender a todo al que conoce.
Naoko, una frágil y inestable chica, incapaz de integrarse de nuevo en la sociedad que le ha ido destrozando poco a poco. Pero capaz de amar y de ser amada.
Por otra parte tenemos a Midori, una joven liberal que lucha contra todas esos tabús que tiene una joven de Tokio en los años sesenta. Ella, moderna, independiente y apasionada te hace reflexionar de una forma divertida en multitud de diálogos a lo largo de la novela.
Con todo, esta novela me ha encantado. Una lectura lenta y para saborear. Basada en una cultura que, al menos yo, encuentro diferente y exótica. Totalmente recomendable, y que te hará ver las cosas de otra manera.
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